Me descubro sin ti, mirándote.
Es un acto insconciente, una comunión de anhelo y calma...
Y las palabras brotan sutiles,
y simplemente hablamos y callamos...
He soñado contigo,
he soñado con el crepitar del fuego,
la cama deshecha, la mar brava,
y la noche despierta.
He soñado contigo,
y no precisaba otro sentido que soñar.
He soñado contigo,
y he sanado mi deseo con la mirada que viste tu piel...
Añoro el sentimiento de añorarte porque ahora podría derrotarlo.
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